miércoles, 10 de febrero de 2010

“MUJER DE PAN Y AGUA" POR PAOLO ASTORGA.

Mujer de pan y agua
Favio Álvarez Ojeda
Ediciones Di-versos, 2009

“MUJER DE PAN Y AGUA DE FAVIO ÁLVAREZ OJEDA”

Por: Paolo Astorga

Mujer de pan y agua (Ediciones Di-versos, 2009) escrito por el poeta peruano Favio Álvarez Ojeda, es un recorrido por los túneles de la añoranza y la nostalgia por lo amado. El poeta irá desnudándose con sus sentimientos a medida de que el silencio y la realidad lo vayan convirtiendo y convenciendo del presente que madura en ausencia, ausencia del ser amado, o que se amó, o que aún se ama. Aquí la poesía fluye como fluye el melódico movimiento de los ríos diáfanos hacia un mar inhóspito. El poeta intenta la trascendencia de sus sentimientos en esa obsesión que demarca el silencio, la contemplación:

Más allá del silencio,
Las palabras duermen.

Más allá del amor,
El pensamiento no responde.
Se desnuda
Groseramente ante un mal
hermoso de armonía bulliciosa
que se cobija en el silencio y la
oscuridad.

El poeta ha configurado una bitácora de sus vivencias, de sus remembranzas de amor. Aquí la mujer es “comunión” que permite no sólo una relación íntima con sus sentimientos rescatados del olvido, sino que nos permite a su vez ver un flameante deseo por conseguir aunque sea en “esencia” ese cuerpo amado, esa mujer que se funde en el universo:

Mujer
De pan y agua
Fuente de belleza
Manantial de confusión
Evocación presuntuosa
De necesidad
Y deseo tangible.

Como observamos, el poeta intenta de todas formas reconstruir ese “alimento dialéctico” fundado en la belleza y la carne que la contiene. Para el poeta la belleza tiene siempre un significado apasionante y triste; rasgos de nostalgia que desgarran. Su poesía es un pulsar en el tiempo detenido, en esa naturaleza binaria e inseparable que es el amar algo más que una mujer, sino a la mujer mil veces universalizada:

Eres
En la vida un designio
En el silencio, un puñal,
Inefable tormento que se
consume en las venas.

El poeta viaja y llega hasta su último día, donde todo ya está consumido y a punto de consumarse la verdad, la realidad que dolerá como duele el eco de palabras lejanas: “He consumido / Mi presente / Mi futuro / Y mi pasado”. El poeta ya se sabe al filo del acantilado, al borde del encuentro con su yo presente, con su mismo ser ahora más apabullado por las utopías, se revela por fin el objeto amado, siempre lejos, lejos, pero ya reconocido, con un sitial magnánimo en el tiempo, en el espíritu del poeta que ha terminado su canto:

Eres
Y serás,
La mujer de pan y agua.
Libia.

En suma este breve poemario amoroso y desquebrajante, envalentonado, frágil y sereno, intenta a su modo, darnos su mensaje público e íntimo, su vigor trepidante, su remanso de ojos perfectos. La poesía de Favio está en un constante contemplar, un observar infinito sobre el mundo que se ilumina al haber amado y no haber muerto en el intento.

P.A.

Sobre el autor:

Favio Álvarez Ojeda. Es amante de la literatura y de una mujer perfecta e invisible que guarda a media luz en un pedazo de papel. Aún no muere ni piensa hacerlo. Ha publicado el poemario Cuerpo del silencio (2008) en la edición “Habitación 01” dirigido por el licenciado César Pineda. Participa en el Movimiento Literario “Di-versos” de Ate – Vitarte. En estos momentos se encuentra preparando la edición de su novela “Mujer de candela”.

Nota:

*Reseña aparecida en la Revista Literaria Remolinos # 42, febrero - marzo del 2010, págs. 163 – 165.

Tomado del blogs:
http://nidodepalabras.blogspot.com/